sábado, 1 de noviembre de 2014

Todos Santos II. Armando Yacuzzi,

HERMANO ARMANDO YACUZZI
EL SEÑOR TE REGALA AMIGOS QUE TE MARCAN PARA SIEMPRE

En este día de fiesta en nuestra Iglesia y que me gusta decirle como lo hacemos en Bolivia solamente "Todos Santos..." traemos a la memoria colectiva la presencia de dos amigos que marcharon junto a nosotros en estos tiempos y marcaron con su presencia y talante de santos, nuestro caminar en pos del resucitado y de la mano del Hermanito Carlos, en este sencillo homenaje recordamos al P. Armando Yacuzzi de Argentina......

P. Armando, sacerdote de Cristo y hermano de los pobres
Desde el seminario, orientados por el P. Osvaldo Catena, fuimos mamando la espiritualidad del Hno. Carlos que, especialmente él, Armando, vivió con una constancia formidable y una fidelidad total.
Yo fui ordenado unos años antes de que fuera ordenado Armando. Opté por incardinarme en esta nueva diócesis, ya que trabajaba como vicario parroquial en la misma ciudad de Reconquista. Gracias a esta opción pudimos compartir horas y horas de reflexiones de todo tipo.
Monseñor Juan José Iriarte, nuestro primer obispo de la diócesis de Reconquista (Provincia de Santa Fe – República Argentina), lo nombró secretario canciller.
Un gran catequista
Un trabajo que llevó con orden y seriedad sin dejar, por ello, de ir metiéndose más y más en la vida pastoral diocesana, comprometiéndose en el acompañamiento de una capilla de un barrio bastante pobre. Siempre “la opción por los pobres” fue su consigna que vivió con un compromiso total.
El temperamento, un tanto especial de nuestro Obispo, alejó a varios curas de la casa episcopal en el trato personal con el Pastor. Esa distancia fue subsanada maravillosamente en los encuentros con el padre Armando. Los curas preferían hablar con él.
Años más tarde organizamos el grupo de sacerdotes Iesus Caritas con otros sacerdotes más de nuestra diócesis. El P. Pablo Dugast; el padre Antonio Pergolessi (ambos ya fallecidos); el P. Giancarlo Maistrello; el padre Marcelino Cainelli; el padre Jeremías Massin (ya fallecido). Armando llegó a ser responsable nacional de la fraternidad. Comenzamos con los retiros anuales a nivel nacional y también con la realización de los Meses de Nazaret. Tuvimos la suerte de contar en nuestra diócesis con la presencia de los Hermanitos del Evangelio, presididos por el P. Arturo Paoli de quien Armando fue un gran amigo.
En todo momento apoyó y acompañó, como ninguno, a las fraternidades laicales de Foucauld. Era un cura que multiplicaba sus brazos y su presencia con cuantos lo necesitaran.

Un verdadero cura amigo y hermano de cuantos se acercaran hasta él
Un verdadero cura amigo y hermano de cuantos se acercaran hasta su persona. Comprensivo con cuanta situación complicada se presentara. Y siempre con un gesto de amor y no de condena. Sufría, en carne propia, algunas irregularidades del presbiterio como de las personas de las comunidades parroquiales en las cuales trabajó.
Un verdadero baluarte en la catequesis diocesana. Nos ayudó a comprender que la catequesis más que para los chicos era para los padres que debían comunicarles la fe. Con su equipo diocesano de catequesis nos brindaron un regio material para dicha catequesis familiar. Participó de muchos encuentros, a nivel nacional, sobre este tema que lo obsesionaba.
Supo también de contratiempos e incomprensiones (infaltables en la vida de un santo). Su organismo también se resintió. Tuvo que padecer una cirugía a corazón abierto de la cual se fue reponiendo, sin entender mucho que un trastorno arterial muy serio, con el tiempo, lo llevaría al encuentro con el Padre. Decir más cosas de este querido hermano llevaría a escribir varios libros, como dice San Juan.
Estoy seguro que ayer (5 – 08 – 2014 / 16,00hs.) en el cielo se escucharon estas palabras: “siervo fiel y prudente, padre Armando, pasa a gozar de la fiesta de tu Señor” Con todo mi fraternal cariño y hasta el encuentro definitivo, goza padre Armando de toda mi amistad fraterna.
Padre Aldo Eugenio MARTINI (Reconquista – R. Argentina)

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Entre lágrimas de dolor y la alegría de su Pascua no puedo dejar de recordarlo y decirte algo.
Lo primero que me viene a la memoria es la capilla de la Transfiguración del Señor de Reconquista construida por los Hermanitos del Evangelio. El altar eran cuatro durmientes de quebracho y la puerta de entrada era una usada de madera con un versículo en letras rojas escrita por uno de los Hermanitos: “…y sus vestiduras se volvieron blancas como la nieve…” era otoño de 1965.
El P. Armando siempre acompañando a los jóvenes,
aquí con nuestro amigo Isidro Ayala 
Y vino Armando a vivir a la capilla y repartía su tiempo entre el obispado y la capilla. Por ese tiempo el obispo de Reconquista era Juan José Iriarte y el de Goya Alberto Devoto. Y empezamos a conocerlo y a participar de la Eucaristía. Nos enseñó los salmos del P. Catena que cantábamos con Pochi y Mary en la misa del domingo.
Armando sembró con paciencia, enseñó con humildad y vivió en forma austera… me parece verlo en su bicicleta con el portafolio colgando del caño y su camperita gris..y con una sonrisa siempre hablando con la gente del barrio.
A veces venía Arturo Paoli de Fortín Olmo o de algún viaje y escucharlos era un acontecimiento especial.
El Grupo Juvenil Alegría se formó en la capilla y lo integramos chicas y muchachos de diversas edades y ocupaciones y Armando siempre nos animaba al vivir el evangelio con alegría y con los que te necesitan. Recuerdo a Coco, Sara, Nico, Delia, Alba, Pochi, Rafa. Siempre trabajó con la Catequesis y fue impulsor de Incupo.
Hablar de un amigo querido es simple y complicado a la vez por que los recuerdos no vienen ordenados sino como la vida, en catarata…Recordar a Armando es como recordar a mi Vieja o a mi Viejo. Es parte de mi vida. Y hoy a casi 50 años de haberlo conocido es el amigo que sembró en mí el gusto por participar de la eucaristía y la catequesis como un servicio.
Fue y es un referente del vivir la simpleza del evangelio, la austeridad de vivir con lo indispensable, y el bajo perfil del “hacer” sin que los otros lo sepan.
Seguramente habrá quienes han estado más cerca de Armando y pueden escribir mas y mejores cosas. Yo solo puedo decir que los pocos años que pase en esa comunidad, alrededor de 5 años, me marcaron para siempre.
Félix Enrique NAVARRO
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Noviembre de 2012: el Padre Armando acompañando la movilizacion de vecinos
 pidiendo por la finalización del edificio de la Escuela Media de Villa Ana
Cuando en 1958 fui a Santa Fe con Guy Riobé, Responsable General de la Fraternidad, en la tarea de dejar establecida la Fraternidad Presbiteral (o Sacerdotal Iesus Caritas) y la Fraternidad Laica Carlos de Foucauld, Armando fue uno de los primeros en Reconquista, con Martini, JeremÍas y Ernesto Massin, Rafael Yaccuzi y otros que ahora no recuerdo en incorporarse activamente en la organización de los grupos, con la sabia orientación posterior de Arturo Paoli que llegó a Fortín Olmos en 1960, después de una pasada por allí con el P. René Voillaume, para establecer la primera Fraternidad del Evangelio en la Argentina.
Fue incansable su trabajo pastoral y constante su labor en la Fraternidad, como lo recordaron Uds en su informe sobre la Fraternidad Laica en nuestro Nº 91 del Correo Internacional aparecido el mes pasado, casi como un homenaje y despedida anticipada para su pascua bien ganada, rememorando que iba mensualmente a Reconquista a celebrar Misa para la Fraternidad, desde donde estuviera.
Que Armando nos siga iluminando el camino y animando para ser fieles testigos de Jesús y su Evangelio, como lo fue él….
Fernando PORTILLO 

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