Haz en todo como Jesús en Nazaret. |
En su viaje a Tierra Santa, al llegar a Nazaret se
convierte todo él en un asombro y admiración ante el misterio de la encarnación
de Dios, llega hasta derramar lágrimas de emoción contemplando, por las calles
de Nazaret, al Dios que se ha hecho uno
de tantos, al Dios que se ha anonadado, que se ha rebajado hasta el último
lugar: y todo por amor, el Dios grande, omnipotente, se ha hecho pequeño y
débil para salvar a lo pequeño y débil.
Estas dos circunstancias marcarán profundamente el
itinerario posterior del hermano Carlos. A partir de aquí descubrirá que su
vocación es Nazaret, seguir a Jesús en su misterio de Nazaret. Todo lo que haga
en su vida irá enfocado a vivir cada vez más profundamente esta vocación.
Un día en su oración presentirá que Jesús le dice:
"Toma
por objetivo -ya estés solo ya con otros hermanos- la vida de Nazaret, en todo
y por todo, en su sencillez y en su amplitud de miras... sin hábito, como Jesús
en Nazaret; sin clausura, como Jesús en Nazaret; no vivas lejos de todo lugar
habitado, sino cerca de una aldea, como Jesús en Nazaret; ni grandes terrenos,
ni grandes limosnas, ni grandes construcciones, ni grandes gestos, sino más bien
una pobreza extremada en todo, como Jesús en Nazaret... En una palabra: haz en
todo como Jesús en Nazaret".
Esta será la concreción de su carisma, de su vocación.
Esta será su gran aportación a la Iglesia y a la tarea de evangelización que,
por encargo de Jesús, ella realiza.
Para los que pretendemos ser seguidores de Jesús
teniendo presente el carisma de Carlos de Foucauld, el tema de Nazaret, por
tanto, ha de ser un tema continuamente presente en nuestra oración, en nuestra
reflexión, en nuestro estilo de vida y en nuestro trabajo. Es un tema al que
volver periódicamente.
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