viernes, 3 de junio de 2016

Descansa en paz, querido hermano....

Predicar el evangelio es un anhelo ardiente que se origina en las entrañas del evangelizador y que se prolonga con naturalidad en los oyentes, quienes también son llamados a experimentar el deseo de exponer el mensaje de Dios.
Desde que Jesús mandó a predicar el evangelio (Marcos 16:15-16) hasta hoy, han sido convocados millones de predicadores a través de la historia. La sucesión apostólica sigue vigente en la gran cantidad personajes que han sido considerados grandes predicadores del evangelio, como el mismo Pablo. Anoche me quede pensando mucho en un pasaje de la biblia que se me invito a leer y cito:
Es palabra fiel: Que si somos muertos con Él, también viviremos con Él:
Si sufrimos, también reinaremos con Él: si negáremos, Él también nos negará:
Si fuéremos infieles, Él permanece fiel: no se puede negar á sí mismo.
Recuérdales esto, protestando delante del Señor que no contiendan en palabras, lo cual para nada aprovecha, antes trastorna á los oyentes.
Procura con diligencia presentarte á Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.
Más evita profanas y vanas parlerías; porque muy adelante irán en la impiedad.
La inversión en la predicación del evangelio ha sido grandiosa desde el comienzo de la era cristiana hasta nuestros días. Muchísima gente ha consagrado su mente, aportado sus recursos físicos y destinado su dinero a la causa de la evangelización a través de los siglos.

Aunque a veces hayan quejas de que algunos, aunque sean parte de la iglesia, se les olvida la responsabilidad de aportar a la propagación del evangelio, muchos fieles cristianos si lo hacen; es el caso de nuestro querido sacerdote, hermano y amigo PATRICIO quienes tuvimos la enorme dicha y el gran honor de conocerlo fuimos testigos de su entrega a Dios en pos de servicio de la comunidad donde se estableció (Piñami Chico) con los hermanitos de Foucauld.
Esta vocación que el poseía era tan contagiante que uno podía sentirse tranquilo conversando con él, su gran tamaño (para un corazón tan grande y generoso) el acento francés que le caracterizaba y la sonrisa con que siempre lo recibía a uno; son algo inolvidable.
Estimados amigos todas las personas que llegamos a conocer a Patricio sentimos el dolor y lo extrañaremos, Dios lo llamo a su presencia donde el ahora disfruta del regalo de la vida eterna.
El día de hoy se continua velando sus restos mortales en la capilla de la comunidad de Piñami Chico donde se oficiara una misa en su honor a hrs. 19:00 y hacerles también extensivo que el día de mañana sábado se procederá con el entierro a hrs. 13:00 pm en el cementerio general de Quillacollo.
Elevemos una oración por el eterno descanso de Patricio y pidamos que su ejemplo permanezca en cada uno de nosotros.
Extraído del muro de Facebook de Marco Antonio Jaimes Zambrana

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