Desde esta entrega vamos a compartir los grupos que componen la Familia Espiritual Carlos de Foucauld en
el mundo, con algunas de sus caracteristicas mas importantes, espero nos ayude a sentirnos
parte de la gran familia del Hermanito Carlos en todo el mundo.
COMUNIDAD DE JESÚS
Fecha y lugar de fundación: 1968, Barcelona.
Reconocimiento jurídico: 1975, en las
diócesis de Barcelona, Tarragona, Lérida, Gerona, Jaca, Valencia y Alicante. En
1980, la Comunidad de Jesús entró oficialmente como miembro de la Asociación
internacional Familia espiritual Carlos de Foucauld.
Número de miembros: 79.
Implantación en el mundo: España -
Italia
Características:
Somos una
comunidad de laicos, nacida después del Vaticano II.
Hacia 1962,
cuando nuestro hermano Pedro Vilaplana buscaba una respuesta a la llamada de
Dios, cayó en sus manos el libro de Jean-François Six Itinerario espiritual de
Carlos de Foucauld. La espiritualidad del hno. Carlos se abrió paso en su
corazón, y le reafirmó en la idea de comenzar una comunidad al estilo de las
primeras comunidades cristianas: con espíritu de familia. En la que sus
miembros viviesen, por la amistad y el amor, una auténtica fraternidad; en la
que la oración ocupase un lugar primordial; y en la que sin tener un apostolado
específico, se hiciese verdaderamente presente a Jesús de Nazaret en todos los
ambientes.
El crecimiento
de la comunidad y sus experiencias de vida dieron lugar a que naciesen modos de
actuar que traducen en signos vivos la oración, la relectura de la vida y la
concreción de nuestra propia vocación. A partir de ahí se formaron Grupos de
revisión de vida, Hogares y Fraternidades.
GRUPOS DE REVISIÓN DE VIDA
Los Grupos de
revisión de vida son pequeños grupos que se reúnen de vez en cuando para
compartir y revisar la vida personal, con profundidad, sinceridad y exigencia
mutua, a la luz del Evangelio.
HOGARES
El crecimiento
de la comunidad nos ha llevado a la Creación de Hogares (Llars). Son lugares en
los que nosotros, los miembros de la comunidad, nos reunimos para celebrar la
fe, compartiendo la liturgia de la Palabra y la Eucaristía, la oración
comunitaria, nuestros compromisos de vida y de trabajo en la sociedad, nuestras
ocupaciones cotidianas, nuestras inquietudes y nuestras tareas comunitarias.
El hogar
(“llar”) es un espacio donde se expresa nuestra realidad comunitaria. Un lugar
de acogida y oración, abierto a todos los que se acerquen a compartir la
amistad y la oración. Es un lugar para conocerse y experimentar el espíritu de
amistad fraternal.
FRATERNIDADES
Las
fraternidades manifiestan otro aspecto importante de nuestra vida.
Algunos de
nosotros, comprometidos dentro el espíritu de la comunidad, tras un proceso de
maduración personal, hemos escogido una opción concreta para nuestra vida y
nuestra vocación; unos se han orientado hacia una vida de celibato, viviendo en
comunidad con otros hermanos. Otros, escogen vivir su seguimiento de Jesús en
una vida de matrimonio. Las dos opciones establecen las dos vertientes de la comunidad.
Las
fraternidades son un signo con el se quiere hacer presente la vida de Nazaret.
En las fraternidades, sea en la fraternidad de celibato (con vida en común), o
en cada matrimonio, se intenta vivir un espíritu de familia, abierto a la
disponibilidad y a la hospitalidad, acogiendo y respetando a todo ser humano.
Una vida de trabajo y oración plenamente encarnada en el ambiente en el que le
ha sido dado vivir a cada cual. una vida en la que la presencia de Jesús de
Nazaret da sentido a todo.
Esta vida de
comunidad, que nos ayuda a encontrar la presencia misteriosa y profundamente
humana de Dios, manifestada en Jesús de Nazaret, nos empuja a dar una respuesta
personal ante nuestro ambiente y ante la sociedad en general; nos ayuda a
insertarnos en ellos plenamente, aportándonos un equilibrio humano y
espiritual.
«Somos una
comunidad activa-contemplativa. Estas dos palabras no son separables, sino que
forman una unidad. Se llaman la una a la otra .Somos contemplativos porque
descubrimos la necesidad de una relación profunda con Cristo, para poder
llamarnos cristianos; en esta relación toda nuestra vida, de manera gradual e
inconsciente, se transforma en oración. Esto, que es lo que nos une más íntima
y profundamente, nos impulsa a una acción diversificada según nuestros carismas
personales.» (Pedro Vilaplana)
Para llegar a
esto, creemos que son esenciales:
Una actitud
abierta a la oración, a la revisión de vida y a la reflexión en común.
Hacer
experiencias de soledad y de silencio (desierto).
Un proceso de
formación integral.
Un trabajo de
toma de conciencia de las necesidades de nuestro ambiente y de la sociedad, de
modo que cada cual pueda encontrar su camino y su modo personal de hacerse
cercano a las situaciones humanas más diversas, y poder así hacer proyectos de
acuerdo con sus capacidades y su fe.
En la
Comunidad de Jesús, no tenemos una tarea común específica, sino que la
comunidad integra y apoya las distintas preocupaciones que sus miembros quieran
asumir, individualmente o como grupo, porque el impacto de la comunidad en la
sociedad dependerá de las acciones concretas n las que nos comprometamos
individualmente y como grupo. De este modo, todos juntos, casados, célibes y
comprometidos, intentamos ser testigos y presencia viva del amor de Jesús entre los que nos rodean.
Más
información:
DISCÍPULAS DEL EVANGELIO
Naturaleza: Instituto religioso de derecho diocesano
Fecha y lugar
de fundación: 1975 en la
diócesis de Treviso, Italia.
Reconocimiento
jurídico: Primer reconocimiento el 20 de enero de 1975. Reconocido como
instituto religioso de derecho diocesano en el año 2000.
En 2007, las
Discípulas del Evangelio entraron oficialmente como miembro de la Asociación internacional Familia espiritual Carlos de Foucauld.
Número actual
de miembros: 39
Implantación
en el mundo: Francia -
Italia
Características:
La
congregación nació en 1973 de un grupo de 8 religiosas de una misma comunidad
que deseaban vivir el Evangelio siguiendo las consignas del Concilio Vaticano
II.
Nuestro
caminar nos llevó a inspirarnos de la espiritualidad de Carlos de Foucauld,
concretamente en los aspectos siguientes: oración y contemplación, acogida y
compartir, evangelización al estilo de la vida cotidiana y sencilla de Nazaret.
Nos
comprometemos a vivir estas orientaciones a través de una vida fraternal y en
comunión con la iglesia local.
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información:
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