jueves, 22 de noviembre de 2012

.techos de carton


Cada mañanita bien temprano y luego de mis rezos y mates; me gusta mucho salir a barrer la vereda de la fraternidad; allí se comienza a vivir la diaria con los vecinos; las maestras que van a sus clases corriendo casi;  luego de haber preparado a su prole para sus propios colegios; los albañiles que en sus bicicletas van todavía queriendose reponer de la fatiga del día anterior; las enfermeras ensimismadas en sus pensamientos, las empleadas domésticas a la casa de sus "patronas" me gusta escuchar como ellas dicen esa palabra, que tantas veces connota explotación pero que ellas la hacen familiar; los niños con los pies como encadenados y condenados acuden a sus colegios, algunos recien regresan; algunas con los ojos perdidos corren a lavarse la noche de humillación en brazos duros y extraños.
Frente a la fraternidad y desde mas temprano todavía varias familias tomando mates a la fresca en sus veredas, es que hizo mucho calor anoche ... don; riendo me dicen.
En fin la vida comienza en su diaria; es temprano la ciudad despierta y se oye cada vez es más fuerte el roncar de sus voces traducidas en el idioma de autobuces, sirenas, gritos, corridas, sueños y trabajos.
Hoy llueve, hoy respiramos y aunque aquí casi no hay casas de cartón me acuerdo del gran Alí Primera, de las familias alli en Venezuela, de la vida de tantos y tantas aquí que esperan un sueño despedazado por la realidad, que no es tal, sino pecado e injusticia.
Hoy llueve Sr, hoy tenemos un repiro....
Hoy llueve Sr, sigue acunando en tu corazón esta gente tan amada...
Hoy llueve Sr, visita a nuestros vecinos en sus casa de cartón.....
Hoy llueve Sr....

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