Fragmento de la carta de J.F. Six a la UNION DE FRÈRES DE JÉSUS de 2016.
Charles,
como Jesús estuvo durante tres años en Nazaret, allí él es un «desbrozador» que revuelve
la tierra y trabaja para la siembra y la cosecha.
Charles
quiso ser « salvador con Jesús », ese
Jesús que vino a revelar al Padre a todos los hombres y le permitió de llegar a
ser hijos con el Hijo, nuestro Hermano. Charles quiso llevar el Evangelio a
través de una vocación de «desbrozador
evangélico» que vivió a través de encuentros y de conversaciones cotidianas
con todos, en la amistad y la fraternidad con cada uno, a través de su atención
a cada circunstancia y acontecimiento para avanzar en y con el Espíritu. Los
hermanos y hermanas « serán los amigos
universales para ser los salvadores universales » (Directorio, art. 21)
Charles,
como verdadero «desbrozador», se situaba al comienzo de la Misión, en la
punta, aceptando estar solo a causa de esta tarea, en vanguardia, «misionero
aislado»; vivió así la cumbre totalmente realizada de su vocación, abriendo
este camino a hermanos y a hermanas que le seguirán.
Desbrozador,
no se anonadó ni se escondió sino que cumplió el rudo trabajo de Nazaret, en
plena acción en las pistas del desierto como en Tamanrasset o en el Asekrem, en
relación ardiente con todos con los que se topaba en el camino o le iban a
visitar.
Antes de morir
como murió, deseó fuertemente que hubiera «muchas» vocaciones como la suya: «desbrozadores evangélicos misioneros aislados».
Llamó a sus hermanos y
hermanas jóvenes de la UNIÓN no para vivir en comunidades o en fraternidades,
sino para a aventurarse, por el Evangelio, en tierra desconocida, empujados
hacia afuera por su vocación.
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